Un otoño patriarcal

La acosé porque me gusta
La violé porque podía
La maté porque quería
En mi escala patriarcal,...
es mejor ser asesino que cornudo,
más vale ser temido que querido,
mano dura que blandura.

En mi entorno de varones,
cumple el molde quien afirma
que es mejor ser ciego, sordo o hasta manco,
que un manipulado pollerudo.
La acosé porque es mi calle
La violé porque me calienta
La maté porque cansaba
De la escuela aún recuerdo
diferencias sustanciales:
el patio es para el fútbol nuestro,
los rincones para las cocinas suyas.
De la iglesia no me olvido,
tan a fuego me enseñaron,
que de nuestra costilla salieron,
y que al pecado nos llevaron.
La acosé porque no duele
La violé porque no cuesta
La maté porque se iba
En la tele ayer mostraban
dos maneras de limpiar:
con esfuerzo y esponjita,
o con sonrisas y MrGrasa
Muy bien aprendí entonces
Que lavar no es complicado,
y aunque es de mujer hacer brillar,
si no estoy cansado puedo ayudar.
La acosé porque provoca
La violé porque me excita
La maté porque quería a otro
Soy varón, soy el dueño, soy el jefe
quien dice lo que está bien o acaso mal,
mientras como el postre o juego un truco,
juntan platos mis abuelas, mis hermanas y mamá.
Hago chistes sobre trolos,
sobre putas, sobre el sexo y de mi suegra.
Mis privilegios me los gano trabajando,
tu tarea es ser mi reina y quedarte en casa a trabajar.
La acosé para que sonría
La violé para gozar
La maté porque no era mía.
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 Texto escrito por Diego Bogarin

Otro NUNCA MAS nos convoca hoy

La violencia machista anida en la casa, se legitima en la escuela, se refuerza en la iglesia, se exhibe y naturaliza con los medios, crece en las comisarías y en los juzgados, se expande por instituciones públicas y privadas…muy poco se salva de esa marea roja y sus crueles efectos.
La violencia machista precisa de ejecutores, aliados, cómplices, indiferentes, pasivos, tolerantes; de palabras, gestos, acciones, silencios, omisiones, avances, retiradas y retrocesos.
La violencia machista se alimenta de mujeres, niñas y niños devenidos en objeto y en propiedad privada de los poderosos hombres adultos.
La violencia machista hace de la posesión de las mujeres el eje constituyente del “ser hombre de verdad”.
La violencia machista es obra de hombres insensibles cuya masculinidad se demuestra en y sobre el cuerpo de mujeres, niños y niñas.
La violencia machista posee, humilla, denigra, cosifica, violenta, lastima, viola, tortura, asesina mujeres, niños, niñas.
La violencia machista es fruto del milenario poder patriarcal pero también y sobretodo del contexto de abuso y rapiña de todo lo viviente que hoy profundiza el capitalismo globalizado.
La violencia machista es antigua, moderna y contemporánea, es de ayer y de hoy
No la queremos para el mañana!!!
No la queremos para nuestras hijas e hijos, para ninguno de nuestros familiares, amigos, conocidos, desconocidos, para ningún humano!!!
No la queremos para las generaciones que vendrán!!
No la queremos nunca más enseñoreándose sobre la tierra!!!
NUNCA MAS!!!
Pero la lucha contra el machismo y sus efectos no empezó hoy, esta larga marcha empezó hace rato, por eso trasciende efímeras indignaciones visuales y oportunismos políticos coyunturales. Hace mucho que mujeres de todo el mundo, también de Misiones, acompañadas por unos poquísimos varones, vienen exclamando BASTA!!!! vienen gritando NO!!!!
Por eso, está lucha continuará mañana con los que quieran y puedan comprometerse, (cuanto más sean ni una menos); seguirá hasta que las mujeres descubran que hay otras formas de existir, de convivir con los hombres sin someterse, sin humillarse, sin dejar la vida en ello; se profundizará hasta que los hombres descubran nuevos modos de convivencia en las que el machismo y sus violencias no sea la única guía de su vida erótica y de su relación con las mujeres y otros hombres; no cesará hasta que no modifiquemos radicalmente las estructuras económicas capitalistas de desposesión y crueldad que hoy signan la vida entera de todas, de todos, de todo lo viviente.
// Texto elaborado desde el proyecto de investigación: Por un buen convivir. FHyCS-UNaM
Fue leído por Elena Maidana durante la manifestación Ni una menos en la plaza 9 de Julio, el 3 de junio de 2015.

Gritemos BASTA!

Desde siempre hemos estado en los sueños de algunos hombres. Desde siempre nos han dicho los poetas, lindos elogios, que somos suaves como pétalos, dulces como la miel, de miradas serenas, henchidas de amor, pletóricas de palabras de consuelo. Nos han amado así, complacientes, comprensivas, discretas, sumisas. Hemos sido bellas como rosas, buenas como el pan, quietas como estatuas. Les gustamos cuando estamos calladas, porque estamos como ausentes.
Pero nos están matando y no hay belleza en eso, nos están violando y eso no es armónico, nos están desapareciendo y eso no es tranquilo. En eso no hay poesía.
Hijos del poder violándonos, matándonos, eso no es ternura. Eso no es pasión, eso no es amor. Eso no es un sueño, eso es pesadilla. La ley letra muerta, la justicia cómplice, el gobierno sordo, la policía proxeneta, eso no es poesía, eso no es un sueño, eso es realidad.
No salen ahora palabras tiernas de nuestras gargantas, ni siquiera una palabra porque sabemos: "las palabras ahora no sirven: son palabras". Porque como dijo un  poeta: "Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre se escucha que transita solamente la rabia". Pero a nosotras la rabia nos estuvo vedada, nos ponía feas, nos quitaba novios. Cosa de hombres la rabia. Cosa de histericas la rabia.
Como dijo otro porque vivimos a golpes porque apenas sí nos dejan decir que somos quien somos. Nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno; estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales, que lavándose las manos se desentienden y evaden, maldigo la poesía de quien no toma partido, partido hasta mancharse. Ante tanto horror Manchémonos, seamos sucias, feas y malas.
Es tiempo; seamos histéricas gritemos nuestra rabia, una rabia tierna, que apunta y no quiere matar, rabia con hambre, voraz de justicia, desde nuestro útero, desde nuestros ovarios: Gritemos Bastaaaa!!!

Texto escrito por Muriel Arensburg

La mujer sin voz

Soy
la mujer sin voz
carne golpeada
más
el alma
golpeada
Resignación de siglos

Y, al fin, a veces,
el fin:
una noticia cruel que en policiales
sólo nos causa un displicente
horror.

Luego el entorno sensacionalista
… y cómo pudo
… una madre
Los titulares también la golpearon
Maldita
Mal vista por provocar
su propia muerte

“Mujer siempre provoca”
Las malas lenguas también la golpearon
Nadie leyó las entrelíneas.

Texto escrito por Olga Zamboni de su libro “El Eterno Masculino”.

La maté porque era mía

Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Eduardo Galeano

Queremos flores

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
Desde la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.

Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado
Y del que nos despidió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género

Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.


 Gioconda Belli

Sucedido

Conocido del lugar, este hombre, de pocas palabras, de andar sigiloso, se paró un día  en medio de la plaza y empezó a hablarles a los caminantes presurosos que circulaban por allí y que lo miraban apenas, y se dirigió también a las personas sentadas en los bancos. Y dijo:
-El insulto, el grito, la indiferencia, los golpes, el sometimiento y el maltrato en cualquiera de sus formas… ¿Por qué esta jodida costumbre de violentarnos los días? ¿Por qué nos hacemos la vida pesada, tratándolas a ellas como si fueran una cosa, cosa que nos pertenece,  arrebatándoles de todo,  hasta su vida?
Y reflexionó: 
-Ojalá recordemos que solo somos breves pasajeros en este mundo que no se nos acomoda. Y que en nuestras relaciones el que decida sea el amor. 
Sería una forma de ser un poco más libres, paradójicamente, en esta cárcel que nos supimos construir, pero de la cual tenemos las llaves para abrir las puertas y sacudirnos las ataduras y los miedos, que nos impiden ser. 

Texto escrito por Alexis Rasftopolo